Los Comentarios Reales De Los Incas Libro Octavo Resumen Corto
Capítulo I: La conquista de la provincia Huacrachucu, y su nombre.
El gran Túpac Inca Yupanqui (Túpac quiere decir: el que relumbra o resplandece). Visitó su reino durante cuatro años, luego mandó levantar cuarenta mil hombres de guerra. Y se fue a la provincia de Chachapuya que quiere decir lugar de varones fuertes, los cuales adoraban a la culebra y tenían al cúntur por su principal Dios. Antes de la provincia Chachapuya hay otro que llama Huacrachucu. Llaman chucu al tocado de la cabeza y huacra al cuerno. Al Inca le era necesario conquistar primero aquella provincia para pasar a la de Chachapuya. El Inca habiendo ganado algunos pasos fuertes, les envió a requerir con la paz y la amistad. Ya con el segundo acometimiento que los Incas hicieron; ganaron otras plazas y pasos fuertes, apretaron a los enemigos que suplicaron misericordia. El Inca los recibió con mucha clemencia. Y les hizo regalos.
Capítulo II: La conquista de los primeros pueblos de la provincia de Chachapuya.
La guerra entre los Incas y los Chachapuya fue cruel y hubo mucha mortandad. Los Incas con muchas dificultades ganan algunas fortalezas. Uno que se encuentra en la cuesta de Pias. En Chirma Cassa que quiere decir Puerto dañoso, se helaron trescientos soldados. Pasado la furia de la nieve, llega hasta Cúntur Marca. Luego pasó hasta Cassamarquilla. Todos se sujetaron a la voluntad del Inca.
Capítulo III: La conquista de otros pueblos y otras naciones bárbaras
Llegó a Papamarca que quiere decir pueblo de papas, pasó a Raymapampa y otro llamado Suta, luego a Llauantu, después a Muyupampa. A todas ellas sujetaron. Venido el verano con cuarenta mil hombres van a Huancapampa que también conquistan.
Capítulo IV: La conquista de tres grandes provincias belicosas y muy pertinaces.
Cassa, Ayahuaca y Callua. Estas tres provincias no quisieron sujetarse. Abriendo una cruelísima guerra, entre ambos dejó ocho mil muertos, al final arrinconados en lo último que tenían, solicitan al Inca la paz y se rinden. Volvió el Inca a la conquista pasado algunos años. Fue al Chinchasuyu y conquistó Huanucu. Para el año venidero mandó a percibir un poderoso ejército, porque propuso conquistar la gran provincia llamada Cañari, poblada de gente belicosa, crecida y valiente.
Capítulo V: La conquista de la provincia Cañari, sus riquezas y templo.
Túpac Inca Yupanqui fue a la provincia Cañari, y de camino la que hay antes que llaman Palta. Llegando a los términos de los Cañaris les envió requerimientos. Al final se conformaron con obedecer al Inca y recibirle como señor. Hizo el Inca, pósitos, acequias para regar; en suma hicieron en aquella provincia todo lo que se acostumbraba hacer. Túpac Inca Yupanqui, y después su hijo Huayna Cápac, ennoblecieron mucho estas provincias de los Cañaris y la que llaman Tumipampa, con edificios y casas reales. Pedro de Cieza dice: “…Había grandísima suma de tesoros en cántaros y ollas y otras vasijas de servicio… En fin no puedo decir tanto que no quede en querer engrandecer los tesoros que los Incas tenían en estos palacios…”
Capítulo VI: La conquista de otras muchas y grandes provincias, hasta los términos de Quitu.
El Inca mandó levantar un famoso ejército y conquistó: Chanchan, Moca, Quesna, Pumallacta, Ticzampi, Tiucassa, Cayampi, Urcollasu y Tincuracu. Enseñáronles a hacer de vestir y calzar, cultivar la tierra, sacando acequias y andenes. Otras naciones también solicitaron que los recibiesen como sus vasallos. Los principales autores fueron los de la nación llamada Huancauillca. El Inca los recibió con mucha afabilidad. Llevaron maestros, ingenieros, a los cuales todos mataron después con mucha ingratitud de los beneficios recibidos.
Capítulo VII: Hace el Inca la conquista de Quitu; hállase en ella el Príncipe Huayna Cápac.
El Inca Túpac Yupanqui al mando de cuarenta mil hombres de guerra va a la conquista del reino de Quitu. Manda los apercibimientos acostumbrados y el Rey de Quitu se niega. Desatándose una guerra, que duró meses y años. Por ello llamó a su primogénito Huayna Cápac que quiere decir mozo rico de hazañas magnánimas. Al mando de doce mil hombres de guerra éste príncipe que ya cerca de los veinte años, reforzó la guerra. Y ganó después de tres años. El Rey de Quitu murió de aflicción al ver sus tierras conquistadas. El príncipe mostró toda la generosidad, clemencia y mansedumbre para con los de Quitu. De allí pasó a conquistar la provincia llamada Quillacenca; quiere decir nariz de hierro, lo mismo hizo con la provincia de Pastu de gente menos vil. De aquí pasó a Otauallu de gente más política y belicosa. Posteriormente a la provincia de Caranque. Esta fue la última conquista de las provincias del reino Quitu.
Capítulo VIII: Tres casamientos de Huayna Cápac; la muerte de su padre y sus dichos.
Después de estas conquistas casó por segunda vez con la segunda hermana llamada Raua Ocllo, porque de la primera mujer que había por nombre Pillcu Huacu, no tuvo hijos. También casó legítimamente, según sus leyes y fueros, con Mama Runtu, su prima hermana. De Raua Ocllo, su hermana hubo Huayna Cápac Huáscar Inca. Pasado algunos años, Túpac Inca Yupanqui, adoleció de manera que sintió morirse. Embalsamaron su cuerpo, como yo lo alcance a ver después que parecía que estaba vivo. El Padre Blas Valera dice de este Inca: Tópac Inca Yupanqui dijo: “Muchos dicen que el sol vive y que el hacedor de todas las cosas; conviene que el que hace alguna cosa asista a la cosa que hace, pero muchas cosas se hacen estando el sol ausente; luego, no es el hacedor; y que no vive se colige que dando siempre vueltas no se cansa: si fuera cosa viva se cansara como nosotros, o si fuera libre llegara a visitar otras partes del cielo. Es como una res atada que siempre hace un mismo cerco; o es como la saeta que va donde le envían y no donde ella querría”. Así como estos hay otros dos dichos más.
Capítulo IX: Del maíz y lo que llaman arroz, y de otras semillas.
Los frutos que el Perú tenía: se llamaba zara que los mexicanos y los barloventanos llaman maíz. Cuyo pan tiene tres nombres: zancu era el de los sacrificios; huminta el de sus fiestas y regalos; tanta el pan común. La zara tostada llama camcha que quiere decir maíz tostado. Ala zara cocida llama muti y los españoles mote. También hacen gachas que llaman api. De la harina y agua sacan el brebaje que beben. El segundo lugar de las mieses llaman quinua y en español mijo o arroz pequeño; también tienen tres o cuatro maneras de frijoles: el purutu, tarui y el chuy.
Capítulo X: De las legumbres que se crían debajo de la tierra.
Otras legumbres que se crían debajo de la tierra como: la papa, seca llaman chuñu. La oca, el apichu y los españoles batata, el zapallu, el inchic y los españoles maní, el cuchuchu, este es del collao tierras muy frías.
Capítulo XI: De las frutas de árboles mayores.
Hay otra fruta que los españoles llaman pepino. Otra fruta que llaman chili, es de buen gusto y mucho regalo. Las guayabas y los indios sauinti. Otra fruta llaman los indios pacay y los españoles guabas. La fruta que los españoles llaman pera llaman los indios paltas. Hay otra fruta grosera que los indios llaman rucma y los españoles lucma. Tuvieron una suerte de ciruelas que los indios llaman ussun.
Capítulo XII: Del árbol mulli y del pimiento.
Entre otras frutas podemos poner la del árbol mullí, el fruto es unos granillos secos, hacen brebaje para beber. La resina del mullí es muy bueno para las heridas. Además tiene un condimento que llaman uchú y los españoles pimiento de las indias. Es el pimiento de tres a cuatro maneras: el rócot uchú. Hay otros pimientos delgados, otro pimiento hay menudo llámenle chinchi uchú.
Capítulo XIII: Del árbol maguey y de sus provechos.
Entre otras frutas podemos poner el árbol que los españoles llaman maguey y los indios chuchau. Al respecto el Padre Blas Valera dice: el zumo de aquellas es muy amargo. De las hojas que se sazonan y secan al pie del tronco sacan cáñamo fortísimo, para redes y calzado. También hacen miel y vinagre, panecillo de jabón con que las indias se lavan la cabeza. Cuecen la raíz del chuchau con alg8unas yerbas para mantener el pelo negro de las indias.
Capítulo XIV: Del plátano, piña y otras frutas.
El primer lugar es el árbol y a su fruto los españoles llaman plátano. La médula es tierna y suave; pasada al sol parece conserva, cómela cruda y asada, cocida y guisada en potajes. Hacen del plátano diversas conservas. Los racimos que maduran en el árbol son más dulces y sabrosos. Otra fruta que los españoles llaman piña tienen una médula blanca, toda de comer muy sabrosa. Asimismo esta fruta que los españoles llaman manjar blanco, también están las almendras y nueces.
Capítulo XV: De la preciada hoja llamada cuca y del tabaco.
El Padre Blas Valera dice: “La cuca es un cierto arbolillo de altor y grosor de la vid; tiene pocas ramas y de buen olor, plantan con gran cuidado y diligencia y cógenla con mayor… De cuanta utilidad y fuerza para los trabajadores… la cuca preserva el cuerpo de muchas enfermedades…empero algunos ignorando, han dicho y escrito mucho contra este arbolillo…” Cogida la hoja la secan al Sol; no ha de quedar del todo seca porque pierden su verdor. Se recogen en cestos que hacen de cañas hendidas. Cógese aquella yerba de cuatro meses tres veces al año. Del mismo modo también estaba el tabaco y los indios sayri. También una hojas que los indios llaman sunchu.
Capítulo XVI: Del ganado manso y las recuas que de él había.
Son dos maneras, unos mayores que otros. En común les nombran los indios con este nombre: llama, que es ganado; al pastor dicen llama míchec; que quiere decir el que apacienta el ganado. También está el huanacu que es castaño deslavado, bragado de castaño más claro. Semejante al camello pero sin corcova. Había recuas de a seiscientos, de a ochocientos de a mil y más cabezas de aquel ganado. Cuando porfían al levantarlos se defienden con el estiércol que tiene en el buche. La carne de este ganado mayor es la mejor de cuantas hoy se comen en el mundo; es tierna, sana y sabrosa; la de sus corderos de cuatro a cinco meses mandan los médicos dar a los enfermos, antes que las gallinas y pollos. Tardan las recuas del viaje del Cozco al Potocchi cuatro meses, dos en ir y dos en volver. La principal mercancía que de aquella ciudad llevaban era la yerba cuca y ropa de vestir de los indios. El Padre Joseph De Acosta dice: “del ganado menor, que llaman pacollama no hay tanto que decir, porque no son de carga ni para cualquier otro servicio alguno sino para carne y lana. Con respecto a los perros solo tenían de los que acá llaman gozques; había grandes y chicos, en común se laman allco, que quiere decir perro.
Capítulo XVII: Del ganado bravo y de otras sabandijas.
Tenían ganado doméstico el paco y huanacu; de ganado bravo también llaman huanacu. Su carne es buena. Hay otro ganado que llaman vicuña es delicado y de pocas carnes. El Padre Joseph de Acosta dice al respecto: “la vicuña es más alta de cuerpo que una cabra; venado y ciervos hubo en Perú, los indios llaman taruca. También hay corzos y gamos. Gatos cervales que llaman ozcollo. Hay zorras que llaman átoc. Otro menor que llaman añas y los españoles zorrina. Hay conejos caseros y campestres, llámanle coy. Otra que llama vizcacha.
Capítulo XVIII: Leones, osos, tigres, micos y monas.
A los leones llámanles puma. Al oso que son pocos llaman ucumari, culebras que llaman machác-huay. Creo que el tigre se llama uturuncu. Hay monos y micos en los antis.
Capítulo XIX: De las aves mansas y bravas de tierra y de agua.
Hay patos que llaman ñuñuma. Águilas hay de todas suertes, reales y no reales, halcones que llaman Huamán. Tenían al cúntur y los españoles cóndor, no tienen garras tiene pies de gallina. Pero un pico fuerte. Hay aves marinas que los españoles llaman alcatraces. Volviendo a las aves de tierra diremos que hay: garzas y garzotas, patos y fojas.
Capítulo XX: De las perdices, palomas y otras aves menores.
Dos maneras de perdices se hallan en aquella mi tierra. Llámanles yutu. Hay palomas torcazas que llan urpi; quiere decir paloma. Hay tórtolas llámanles cocóhuay. Pajarillos pardos que los españoles llaman gorriones, y los indios llaman paria pichiu. Hay ruiseñor, golondrinas, sisones, gangas, avestruces que los indios llaman suri. Hay cernícalos, abejas silvestres hay de diversas maneras.
Capítulo XXI: Diferencias de papagayos, y su mucho hablar.
En los Antis se crían los papagayos. Los españoles los llaman con diferentes nombres. A los más chiquillos llaman periquillos. A los mayores catalonillas y loro. A los muy grandes laman guacamayo. Los indios común les llaman uritu; quiere decir papagayo.
Capítulo XXII: De cuatro ríos famosos y del pescado que en los del Perú se cría.
El que llaman Rio Grande, y por otro nombre el de la Magdalena que entra en la mar entre Cartagena y Santa Marta. El de Orellana que le llamaron así a diferencia del río Marañón, mide cincuenta y cuatro leguas de boca. Al mayor río que hay en el Perú los indios llaman Apurímac; que quiere decir principal, o el capitán que habla que el nombre apu tiene ambas significaciones. También le dan otro nombre Cápac Mayu. Mayu quiere decir río; Cápac es renombre que daban a sus reyes.
El río Amazonas, el nombre que le pusieron, fue porque Orellana y los suyos vieron que las mujeres por aquellas riberas peleaban con ellos tan varonilmente como hombres, más no porque hay amazonas en aquel río. Con haber tantas aguas en aquella tierra, a lo menos en lo que es el Perú. Créese que se cría tan poco por la furia con que aquellos ríos corren y por los pocos charcos que se hacen. Llámale callhua que quiere decir pescado. En la laguna Titicaca se cría mucho pescado. El suchi. Hay otro menudo que llaman harriuelas.
Capítulo XXIII: De las esmeraldas, turquesas y perlas.
Las piedras preciosas que en el tiempo de los Reyes Incas había en el Perú eran turquesas y esmeraldas y mucho cristal muy lindo. La esmeralda se perfecciona en su mineral, tomando poco verde que después tiene. Yo vi en el Cozco dos esmeraldas de las muchas que vi en aquellas tierras. La piedra turquesa es azul; unas son de más lindo azul que otras; no las tuvieron los indios en tanta estima como a las esmeraldas. Las perlas no usaron los de Perú, aunque la conocieron, porque los Incas (que siempre atendieron y pretendieron más la salud de sus vasallos que aumentar lo que llamamos riquezas, porque nunca las tuvieron por tales) viendo el trabajo y peligro con que las perlas se sacan de la mar, lo prohibieron, y así no la tenían en uso.
Capítulo XXIV: Del oro y plata
El oro se coge en todo el Perú. Hallase en la superficie de la tierra y en arroyos y ríos. Lllaman los españoles oro en polvo porque salen como limalla. A otros como granos llámanles pepita. Todo el Perú es de diez y ocho a veinte quilates de ley. La plata se saca con más trabajo que el oro, y se beneficia y purifica con más costa. En todo el Perú hay minas de plata pero ninguna como la Potocsi. Es de saber que las minas del cerro Potocsi las descubrieron ciertos indos criados de los españoles que en su lenguaje llaman yanacunas que quiere decir hombre que hace el oficio de criado. Y con ser la tierra tan rica y abundante de oro y plata y piedras preciosas, como todo el mundo lo sabe, los naturales de ella son la gente más pobre y mísera que hay en el universo.
Capítulo XXV: Del azogue, y cómo fundían el metal antes de él.
Los Reyes Incas alcanzaron el azogue, sintieron que era dañoso, porque vieron que les causaba el temblar y perder los sentidos. Vedaron por ley que no la sacasen ni se acordaran de él. Del Cerro Potocchi saca el preciado metal llamado plata. Los indios hacían correr la plata mezclándolo con el metal plomo poco después Enrique Garcés halló el azogue en la provincia huanca que no sé porque le añadieron el nombre uillca, que significa grandeza.
FIN DEL LIBRO OCTAVO.