【Resumen Corto】De Los Tres Jircas | Resumen Corto De La Obra

“Yo no he querido solo inventar, sino volcar en sus páginas, cierta faz de la vida de una raza, que si hoy parece ser nuestra vergüenza, ayer fue nuestra gloria y mañana tal vez sea nuestra salvación”. Amigos Enrique López Albujar y su obra literaria: Cuentos Andinos.

Breve Resumen De La Obra Los Tres Jircas

Marabamba. Rondos y Paucarbamba, tres cumbres que se yerguen (levantan) en torno de la ciudad de los Caballeros de León de Huánuco. Marabamba es una aparente regularidad geométrica coronada de tres puntas. Es a la vez triste y bello, perpetuamente gris. En las noches lunares aumenta su tristeza, no podría ni sentir la garra inteligente del arado, ni el riego. Pero quien sabe que en sus entrañas duerme algún metal. Rondos; en cambio es: movimiento, vida, esperanza, amor, riqueza, parece uno de esos cerros artificiales y caprichosos. Véase allí: cascadas, trigales, ovejas, pastora, grutas, toros, bueyes, cabras, árboles, maizales, y una iglesia decrepita. Paucarbamba; es un cerro áspero, agresivo, turbulento. Tiene abismos traidores, crestas que retan al cielo. De vez en cuando verdea y florece. Es de los tres el más erguido el más soberbio. Se diría que Marabamba piensa, Rondos duerme, y Paucarbamba vigila. Los tres colosos se han situado en torno de la ciudad. Como defensa y amenaza a la vez. Son ellos los que refrenan la furia de los vientos, Los que desvían sus truenos hacia sus cumbres, las cóleras flagelantes del rayo. Y también son amenazas de catástrofes. Las montañas son caravanas de descanso. Los tres tienen geológicamente vida. Por eso una tarde en que yo, sentado sobre un peñón me levanté por el sacudimiento de un temblor. Pillco el indio más viejo y supersticioso de Llica me decía: Jirca- yayag, con hambre taita, comen, hablan, piensan, murmuran, o duermen. Jircas son dioses.

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II.

Y he aquí lo que me contó el indio: Maray, Runtus y Paucar fueron tres guerreros venidos, de tres lejanas comarcas. Paucar vino de la selva; Runtus del mar; Maray de la punas. Los tres estuvieron a punto de chocar atraídos por la misma fuerza: el amor; de Cori Huayta hija única del curaca Pillco Rumi. Éste no quería entregar a su hija a nadie de los caballeros, ni a los sacerdotes. Solamente a Pachacámac (dios). También tenía temor de que su hija fuera sacrificada. Así Pillco Rumi juró ante su padre el Sol que Cori Huayta no sería de los hombres sino de Pachacámac.

III.

Y llegó el día Pillco Rumi debía celebrar el matrimonio de todos los jóvenes aptos según la ley. Llama a Racucunca el gran sacerdote (que disimuladamente pretendía a Cori Huayta) y a Karu el Amauta. Le dicen que su hija debe de ser entregada a algún joven si no sería sacrificada. Entonces Pillco Rumi invoca a Pachacámac: “Cori es señor digna de ti. ¡Líbrala de los deseos de los hombres!”. Y cuando Racucunca estaba a punto de encender el fuego sagrado para los sacrificios. Del arco de su boca, salió, como una flecha envenenada esta frase: ¡Cori Huayta no será tuya traidor primero la mataré! Entretanto Supay, el espíritu malo envía tres enormes columnas de polvo, eran: Maray de la tribu de los paseos; Runtus de la de los Huaylas; y Paucar de la de los panataguas. Que venían para disputar la mano de Cori Huayta. Al ver y comprender esto Pillco Rumi nuevamente invoca a Pachacámac: “Padre Sol, te habla por última vez Pillco Rumi. Abraza la ciudad, inunda el valle, o mata a Cori Hayta antes de que pase por el horror de matarla”. Ante esta invocación, salida de lo más hondo del corazón de Pillco Rumi Pachacámac; cogió una montaña de nieve y la arrojó a los pies de Paucar. Después lanzó otra montaña delante de Maray. Y a Runtus que venía retrasado le limitó a tirarle de espaldas de un soplo. Luego con su mirada los convirtió en tres montañas gigantes. Y mirando amorosamente a Cori Huayta exclamó: ¡Huañucuy! Y cayó fulminada en los brazos de Pillco Rumi. Ante tal cataclismo, la tribu de los Pillcos huyó y fundó una nueva ciudad con el nombre de Huañucuy o Huánuco. Desde entonces, Runtus, Paucar y Maray están donde los sorprendió la cólera de Pachacámac.

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